Todos conocen los peligros de beber y conducir. Las personas mueren con frecuencia a manos de conductores bajo los efectos del alcohol o las drogas.
Existen severas sanciones por conducir bajo los efectos del alcohol (DUI), y las tasas de seguro para los condenados suben por las nubes. Muchas organizaciones, como Mothers Against Drunk Drivers, dedican su tiempo a impulsar sanciones severas para estos infractores.
Pero, la mayoría de las personas no saben que enviar mensajes de texto o hablar por teléfono, lo que se denomina conducción distraída, es tan mortal como conducir ebrio.
Los conductores que usan su teléfono celular para hablar o enviar mensajes de texto están tentando al destino. El uso del teléfono celular desvía la atención del conductor de la carretera. La Administración Nacional de Seguridad en las Carreteras ha descubierto que aproximadamente el 28% de todos los accidentes son causados por conductores que envían mensajes de texto o hablan por sus teléfonos celulares.
En 2013, los conductores distraídos mataron a más de 3.000 personas e hirieron a 424.000 más. Los accidentes mortales que involucran a adolescentes aumentan en un 15% durante los meses de verano.
Si envía mensajes de texto mientras conduce, tiene 23 veces más probabilidades de tener un accidente que un conductor sin distracciones. Esta estadística desciende aproximadamente al mismo ritmo que si condujera bajo los efectos del alcohol.
Enviar mensajes de texto mientras conduce afecta su tiempo de respuesta de varias maneras. Cada vez que envías un mensaje de texto, no eres consciente de tu entorno durante aproximadamente cinco segundos. Eso es lo mismo que cerrar los ojos y conducir a más de 400 pies a 55 millas por hora.
La próxima vez que conduzca, guarde el teléfono. La vida que salves puede ser la tuya.
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